En la fase inicial de todo proyecto de construcción de una sala de teatro, deben tenerse en cuenta la forma y dimensiones del recinto compaginando al máximo los criterios acústicos y los estéticos.
Es primordial definir las dimensiones en función del tiempo de reverberación óptimo y el aforo que tendrá la sala. Si bien en algunos casos la arquitectura inicial puede no conllevar una optimización deseada del sonido, sí que en el resto de complementos y decorados, tendrán una influencia notable, como telones, butacas, tapizados, y cortinas acústicas anexas en determinados lugares que lograrán finalmente afinar la calidad de sonido.
El techo es la mayor superficie que puede transmitir el sonido de forma homogénea hacia la audiencia. Su altura es esencial en el diseño, ya que modifica el volumen de la sala y la transmisión adecuada del sonido hacia la audiencia. En una sala de conciertos suele situarse una placa reflectora detrás de la orquesta (tornavoz) y también se sitúan paneles reflectores de sonido en el techo para dirigir el sonido hacia la audiencia.
El suelo del auditorio debe tener la forma más idónea para limitar el fenómeno de la difracción en las cabezas del público. Se puede demostrar que cuando se preserva la línea de visión del escenario para cada oyente, no sólo se mejora la percepción visual, sino también la auditiva. La posición ideal del suelo de un auditorio para preservar las líneas de visión del público, esto es la isóptica, deberá respetar la visual en todas las zonas.
Cuando existen muchas superficies planas en un recinto, las reflexiones aumentan exponencialmente, por eso se colocan elementos textiles en dos tipos de formatos para reducir los tiempos de reverberación.
Por un lado existen los llamados paneles sonoros, que están formados por formas rectas y geométricas, a veces con diseños cóncavos, para redirigir el sonido de forma estratégica y a la vez amortiguar las ondas sonoras con el revestimiento absorbente del que están compuestos.
Por otro lado y en paredes, pasos de puertas, ventanas y otros lugares, se instalan cortinas acústicas con tejidos fonoabsorbentes e ignífugos, que aparte de aportar una decoración elegante, reducen los ecos y son un complemento adicional para regular la acústica.
El campo de la Acústica Arquitectónica no está lo suficientemente desarrollado, ya que existen juicios subjetivos y criterios decorativos. Aunque se han realizado medidas y experimentos, no parece fácil llegar a la definición definitiva de las características que hacen que una sala sea buena desde el punto de vista acústico. En Decoratel España, sin embargo seguimos unas normas básicas que aseguran la relación entre calidad acústica, decoración y seguridad.