El entelado de paredes o tapizado de paredes como se le llama, posee grandes ventajas, mucho más allá de la propia decoración, ya que es un método excelente que tiene propiedades fonoabsorventes, haciendo de ésta técnica sea una de las mejores para aplicar en aquellas zonas muy ruidosas o en la decoración de hoteles, teatros, ayuntamientos y edificios públicos que necesitan de rebajar o atenuar una sobrecarga de sonido, pero a la vez que decore y mantengan las características ignífugas en clase M1 o C1 según el Código Técnico de Edificación (CTE).
Por otro lado también nos beneficia en el caso de que queramos reciclar alguna pared que se encuentre en mal estado o que contengan fisuras, ya que gracias a su proceso de aislamiento no copia las mismas, sino que se coloca una nueva capa sobre las telas.
Generalmente en la decoración moderna se buscan tejidos ignífugos diversos de colores contratados, y estampados estridentes, con diseños circulares, geométricos, florales y psicodélicos. En cuanto a los textiles que se pueden utilizar, exceptuando a las sedas que pueden deformarse en su colocación, se puede recurrir a algodones, viscosa, lana de fibra de vidrio, rafias, terciopelos y cueros o imitaciones a éste.
Nuestros profesionales en tapizado de paredes examinan primeramente la superficie a tapizar por si hay que mantener la pared libre de humedad, bien limpia y procurar que no presente irregularidades. Disponiendo de tela suficiente de la medida de la pared por si acaso y asegurarse que en los lugares donde se coloca el textil a la pared esté libre de pintura o excedente de papel tapiz.
Normalmente en el proceso de entelado de paredes se pega primero una espuma de poliuretano en el revestimiento y luego se apoya la tela en forma continua de arriba a bajo tensando paulatinamente la tela. A continuación se va grapando la tela en posición vertical frente al muro en la parte de los listones o rastreles de madera.
Las características constructivas del terciopelo para tapizados de paredes le confieren una gran suavidad y agradable tacto, lo que posibilita su uso óptimo en tapicería, escenografía y cualquier actividad decorativa. Ideal por su peso y capacidad acústica, fonoabsorvente para la confección de telones, cortinas, y tapizados de muebles y paredes.