Los años veinte fueron un período en el que se dejó huella en la historia del cine. En esta época, los acompañamientos sonoros así como el diseño en su arquitectura, butacas para cines, cortinajes, etc, componían un estilo retro que hoy día se sigue utilizando en determinados lugares y productos, la industria de Hollywood.
El movimiento Art déco se interesa de cerca por esta disciplina. En 1923, la película La inhumana de Marcel L’Herbier ilustra bien esta tendencia, que estaba entonces en su apogeo, con sus estructuras decorativas modernas, creadas por Robert Mallet-Stevens y Fernand Léger. En muchas salas de cines estaban repletas de decorados un tanto raros, las nuevas preocupaciones de los arquitectos, inquietos por la acústica, reflejan una depuración de las formas y tienden hacia una mayor simplicidad y elegancia.
En muchas de las grandes ciudades se levantaron verdaderos palacios del cine, con salas de varios millares de butacas. Louise Brooks y Gaby Morlay inundan la pantalla con las películas proyectadas en estos nuevos cines, creados en Francia por los arquitectos Montaut y Gorska. Uno de los primeros cines de este género en Francia se llama el Louxor, ubicado en el distrito 10º de París.
Construido en estilo egipcio, anuncia una nueva tendencia del Art déco, que se dirige hacia un gusto decorativo más exótico. Lujoso, se transformó en un club nocturno en la década de 1980 para pasar al olvido en la década de 1990, antes de renovarse completamente y reabrir sus puertas en 2013. Una vez más convertido en sala de cine, el Louxor sigue siendo un lugar mágico.
Y es que la evolución de los cines hasta nuestros días ha ido variando conforme a las normativas y exigencias en seguridad, un punto muy influyente. La experiencia en un cine o auditorio está marcada por aspectos como el ambiente, la arquitectura, el sonido, el confort y en especial las butacas; es por eso que nos comprometemos a proveer un producto único para diferenciar su experiencia.
Como es sabido, la forma en que las butacas cambian el concepto de cine, está en la respuesta con la aparición de multisalas que copiando modelos ya establecidos en otros países como Francia y Estados Unidos, se ubicaron normalmente en centros comerciales, y posibilitaron la creación de una oferta comercial, cultural y de ocio que atrajeron nuevos tipos de consumo. No obstante, lo que actualmente se percibe como un hecho, no fue fácilmente aceptado por el sector durante un largo período.
Normalmente la producción de butacas para cines ha evolucionado también considerablemente, ya que su producción en serie de sofisticados compuestos, se fabrican mediante moldes que están compuestos por una parte hembra (cavidad o parte de inyección), la cual es la parte fija, y una parte macho (o parte de expulsión) la cual contiene la parte móvil del molde y permite extraer las piezas, en este caso los laterales, reposabrazos de una butaca económica para cine como es la Trallok, con bastante precisión lo que aporta un índice muy bajo en cuanto a segundas revisiones, por lo que los costes finales de producción son muy medidos y bajos, gracias a la optimización.
Para la obtención de cada parte de la butaca, el material se funde en una máquina que soporta posteriormente la inyección del plástico, introduciéndose a través de un canal, en el molde. Hay diferentes tipos de canales y sistemas para introducir el material en el mismo. En este sentido Decoratel España hemos conseguido gracias a ingenieros industriales especializados en la construcción de moldes, un considerable ahorro. Antes era impensable poder hacer con los costes de hoy día una butaca que ofrezca el confort y la seguridad de las que podemos encontrarnos en los cines de nuestras ciudades.
El empleo de grandes pantallas, cada vez mayores y de mayor grado de circunferencia, han hecho posible mejorar en gran medida las posibilidades emisoras y trasmisoras del lenguaje cinematográfico, al provocar resultados diferentes sobre la retina humana.
Cambiaron radicalmente las leyes del encuadre así como el ritmo interno y el montaje, que se han sometido a importantes transformaciones, al pasar de la pantalla casi cuadrada al formato apaisado, scope, siendo hoy día un problema de cineastas y proyectistas adaptarse a los variados formatos de proyección. En este aspecto las butacas se han adaptado muy bien configurando diferentes isópticas para una mejor visión, ya fuesen en butacas adelantadas o con las más alejadas.
Las pruebas, ya realizadas y utilizadas en cine de exposiciones, ferias, o parques temáticos, unen los nuevos sistemas de rodaje y proyección a la utilización de pantallas esféricas, Indemax o similares, envolviendo totalmente al espectador, y logrando incluso otros efectos de movimiento en las butacas, los acompañamientos de sonido y otros efectos de aroma y tacto, que han hecho de las butacas 4D una sensación única.
La holografía, que aplicada a la industria cinematográfica proporciona la tercera dimensión en figuras virtuales de efecto sorprendente. Son experimentos muy avanzados en su tecnología, con muchas aspiraciones, pero todavía de imposible aplicación en cines comerciales para el gran público. Están todavía en la etapa en la que el cine comenzó, enseñándose en ferias como algo inaudito.
Decoratel España desarrolla continuamente en su área de innovación diferentes técnicas para hacer más realista la experiencia sensorial de los espectadores en las salas de cines, incluso cuando hablamos de una película donde el clima cambia, la temperatura del área donde estamos sentados puede variar, gracias a los difusores de climatización que ya incorporan algunos de nuestros modelos.