Desde el punto de vista formativo, el teatro es la expresión comunicativa más universal y eficaz que podemos encontrar para el desarrollo y educación de jóvenes, sobre todo desde una temprana edad, ya que la interacción que se produce de manera interna o introspectiva en la persona es tanta y gratificante como creadora de experiencias propias a medida que ensaya, improvisa e interpreta.
El desarrollo intelectual pues aumenta a medida que el actor, ya sea junior o senior se integra en el escenario y adquiere confianza, mira al público asistente, los nervios al principio aparecen, los telones para teatros se abren, y los nervios desaparecen a medida que la persona entona y dialoga con sus compañeros.
El escenario de un teatro es muy importante en cuanto tiene que acompasar la arquitectura del propio espacio escénico, el telón de teatro y las sucesivas bambalinas tienen que funcionar a la perfección, un gran telón para teatro ha de ser el inicio y el final, la posdata de un trabajo bien realizado, el mensaje principal de un teatro hacia el espectador, transmitiendo la expectativa, mientras más grandioso es un telón de teatro más expectativa generará.
Los tejidos más utilizados en la fabricación de telones son los terciopelos ignífugos de pelo largo y de alto gramaje, con fruncidos generosos de hasta el cien por cien, dando un vuelo espectacular y una imagen clásica a la embocadura del escenario, acompañado de adornos, como flecos, cintas y grecas.
La psicología o pedagogía en el mundo del teatro, es la antesala para la correcta formación de un alumno, incluso grandes oradores se han formado en humanidades utilizando el psicodrama, ya que la narración es el desarrollo del lenguaje y muy especialmente en la interpretación de una obra teatral.
Uno de los géneros literarios que han tomado gran relevancia en la transmisión de la cultura es el teatro; sin embargo, por la inercia de lo contemporáneo en muchos planteles educativos ya no se practica en toda su amplitud, pues solamente se utiliza la dramatización como técnica educativa.
La práctica de la dramatización en el aula o los sociodramas ciertamente contribuyen para el desarrollo de competencias comunicativas y el desempeño de roles, pero no consigue la magnitud del teatro representado con todos sus elementos y en un ambiente adecuado. Por ello, es necesario hacer una retrospección histórica del teatro con relación a su influencia educativa y una reflexión sobre la manera de aprovecharlo en la formación integral además de los numerosos estudios que hay y variantes en escenografías, pieza fundamental en el acompañamiento de las obras de teatro, como son el equipamiento, producción, escenotécnia, iluminación.